El periodista platense Lisandro Sabanés habló con «No es una copia» desde Roma sobre el impacto de la muerte del Papa Francisco y el clima en el Vaticano.
En una transmisión desde Roma, el periodista Lisandro Sabanés conversó con el equipo de No es una copia desde el corazón del Vaticano. En un contacto exclusivo, relató cómo se vive en la Santa Sede la conmoción por la muerte del papa Francisco: «Estaba dando lo último que tenía», sostuvo.
Desde la cúpula de San Pedro hasta los rincones menos visibles del Vaticano, Sabanés compartió impresiones tanto periodísticas como personales, tras años de cobertura y presencia en la capital italiana. «Francisco eligió despedirse con gestos, no con una internación», agregó, recordando cómo el Papa se mostró activo en Semana Santa visitando presos y saludando a los fieles en Pascua.
En la charla, el cronista repasó algunos de los hitos del pontificado del argentino Jorge Bergoglio. «Metió mucho la cuchara», afirmó, destacando decisiones simbólicas y de fondo que marcaron su papado: vivir en Santa Marta en lugar del palacio apostólico, quitarse el anillo y el crucifijo de oro, y facilitar el acceso popular a la farmacia vaticana.
También resaltó el perfil peronista de Francisco, pero desligándolo de connotaciones partidarias: «No es que era kirchnerista, es que el peronismo tiene una raíz en la doctrina social de la Iglesia». En esa línea, lo definió como un Papa profundamente argentino, con una mirada local sobre el ejercicio del poder.
Sabanés explicó que ahora se inicia una etapa de funerales y que recién dentro de un mes comenzará formalmente el cónclave para elegir al nuevo Sumo Pontífice. Mientras tanto, mostró como la plaza del Vaticano se va llenando de turistas y fieles, aunque, según señaló, todavía no hay una gran concentración local para despedirlo.
El periodista también destacó cómo Francisco fue una voz solitaria en el mundo al condenar la guerra y el comercio de armas: «Parece gracioso, pero no lo es, que uno de los pocos que diga ‘no maten chicos’ sea el Papa».
Sobre el final, Sabanés reveló una anécdota poco conocida sobre la relación entre Francisco y Diego Maradona. Contó que el Papa habría influido para que el Diez reconociera a su hijo italiano luego de una emotiva visita a la Santa Sede. “Probablemente el Papa influyó para que Maradona saliera de acá y fuera a reconocerlo», deslizó.
«Ser Papa no es fácil, y cambiar cosas menos», concluyó Sabanés, reconociendo que, más allá de ideologías, el primer Pontífice argentino deja una marca profunda y un vacío difícil de llenar en la Iglesia Católica y en el mundo.