Después de ser forzado a renunciar al Arzobispado de La Plata y cumplir funciones de capellán en distintas iglesias, Gabriel Mestre tiene nuevo destino.
Monseñor Gabriel Mestre, el ex arzobispo de La Plata que abandonó el cargo a fines de mayo por decisión del Papa Francisco producto de una interna eclesiástica ocurrida en Mar del Plata, su diócesis de origen, asumirá el 26 de septiembre próximo como párroco en la localidad de Mar de Ajó.
La designación fue comunicada en las últimas horas por la Diócesis de Chascomús, a la cual pertenece la parroquia Nuestra Señora de Fátima, en la que Mestre continuará su tarea pastoral.
El obispo de Chascomús, Juan Ignacio Liébana, publicó en sus redes sociales un comunicado para compartir la decisión, a la que definió como “una hermosa noticia” y además anticipó que el próximo 26 de septiembre por la tarde se realizará una misa en la cual asumirá Gabriel Mestre.
“El jueves 26 de septiembre a las 18 celebraremos la misa donde asumirá como pastor de esta comunidad. Le agradecemos de corazón su disponibilidad y generosidad para asumir este desafío en nuestra diócesis. Sabemos que su presencia, su testimonio y su vasta experiencia será un gran aporte para nuestra diócesis”, expresaron desde la iglesia de Chascomús a través de un escrito.
Mestre estará ahora a cargo de la comunidad que comprende Nueva Atlantis, Pavón, Costa Esmeralda y la sede parroquial de Villa Clelia en Mar de Ajó, según informo el diario La Capital de Mar del Plata.
Las especulaciones respecto a los motivos de la renuncia de Mestre surgen de su propia carta de renuncia, donde habla de «percepciones distintas» respecto a lo ocurrido en la Diócesis de Mar del Plata desde que él la dejó para ser Arzobispo platense. También trascendieron distintas razones del enojo del Papa.
“Días atrás, la Santa Sede me convocó en Roma a dialogar sobre algunos aspectos de la Diócesis de Mar del Plata luego de mi traslado a la Arquidiócesis de La Plata al ser designado arzobispo metropolitano por el Papa Francisco. En la Ciudad Eterna, después de confrontar algunas percepciones distintas con lo acontecido en la Diócesis de Mar del Plata desde noviembre de 2023 hasta la actualidad, el Papa Francisco me pidió la renuncia a la sede platense», dice el arzobispo en un tramo de la carta dirigida a los platenses difundida a fines de mayo.
Y agrega un párrafo que sugiere el sostenimiento de su postura en esas «percepciones distintas»: «Con profunda paz y total rectitud de conciencia ante Dios por cómo obré, confiando en que la Verdad nos hace libres (cf. Jn 8,32), y con obediencia filial y teologal al Santo Padre, inmediatamente redacté mi renuncia, que fue aceptada y hecha pública el día de hoy”, señala Mestre en una carta publicada esta mañana.
Aunque ni Mestre ni el Vaticano dieron precisiones en torno a esa diferencias de apreciación, fuentes eclesiales consultadas por 0221.com.ar, afirmaron que la renuncia de Mestre se relaciona con algunos hechos sucedidos en Mar del Plata tras su salida para tomar posesión en la arquidiócesis platense. Puntualmente, al papa Francisco en un principio no le habría gustado una especie de «lobby» realizado en La Feliz a favor de quien fuera vicario de esa diócesis, el padre Luis Albóniga, para suceder a Mestre.
Si bien Albóniga se desempeñó como administrador diocesano, su «mando» duró hasta la llega del sucesor de Mestre designado por el Papa, monseñor José María Baliña, quien hasta entonces era obispo auxiliar de Buenos Aires. Pero la estadía de Baliña en la ciudad balnearia duró poco, ya que hacia fines del 2023 presentó su renuncia alegando problemas de salud y familiares.
Pero la situación habría empeorado tras la designación del (segundo) nuevo obispo marplatense, monseñor Gustavo Manuel Larrazábal, de buena relación con Francisco. Es que el religioso renunció antes de asumir, y en el mundo eclesial afirman que una «jugada» orquestada en Mar del Plata, con la publicación de una nota en el diario La Capital donde se hablaba de un presunto caso de abuso sexual por parte del obispo, fue clave para que tomara la determinación de no ocupar el cargo.
En medio de estos suceso, se dio el sorpresivo traslado de Luis Albóniga a Jujuy, que derivó en una solicitada en el diario La Capital pidiéndole (sin nombrarlo) explicaciones al mismísimo Papa, y posteriormente la abrupta renuncia de Mestre al arzobispado de La Plata.
Mestre en principio pasó a cubrir suplencias en distintas parroquias de La Plata hasta que ahora -de acuerdo a lo que se informó- asumirá en septiembre sus nuevas funciones en Mar de Ajo.