El uniformado se defendió de un intento de robo en La Plata. El excustodio de Daniel Scioli tiene defensa particular. La acusación pidió perpetua.
Con la notificación del veredicto y una eventual sentencia se dará por finalizado este miércoles el juicio oral para un policía bonaerense, excustodio del ahora funcionario libertario Daniel Scioli, en el marco de un juicio oral en la sede del fuero Penal de La Plata, acusado de matar por la espalda a un joven en un presunto intento de robo.
El caso ocurrió en la madrugada del 19 de noviembre de 2013. Al momento del hecho, el acusado, Gabriel Benjamín Yuguet, era custodia oficial del entonces gobernador de la provincia de Buenos Aires.
La familia de la víctima mostró su malestar ya que no habrá audiencia de lectura. Se notificará la resolución a las partes por vía electrónica. Ante este panorama, los abogados de la familia presentaron un escrito para que se aclare esta situación, en un hecho juzgado “que sin dudas entraña violencia institucional”.
“A las audiencias asistieron, además de la madre, familiares y madres víctimas de hechos de violencia institucional, como Rosa Schoenfeld de Bru y Eugenia Acosta, y se constituyeron como veedores u observadores del juicio la Comisión Provincial por la Memoria (CPM), la Subsecretaría de Derechos Humanos del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires y el Centro de Estudio Legales y Sociales (CELS), entendiendo esta parte que la audiencia de lectura de sentencia debiera ser con el tribunal integrado”, se expresa en el documento judicial.
Este proceso tiene una particularidad: el Estado retiró la acusación pública. Los abogados de la familia de Braian «Toty» Mogica, el joven muerto, son quienes llevaron el caso. Tras exponer su teoría, pidieron la máxima pena por el delito de homicidio doblemente agravado, por el uso de arma de fuego y por ser funcionario policial.
Por su parte, la defensa a cargo de los letrados Bruno Strassera y Julio Beley solicitaron la absolución por entender que el policía actuó en legítima defensa de su vida. Sobre el cierre del debate, Yuguet usó su derecho a tener la última palabra. Señaló que le hubiera gustado que la situación terminara de otra manera, pero los hechos se dieron así, y ratificó que su vida estaba en peligro inminente.
La lectura del veredicto será este miércoles 30 de octubre, según dispusieron los jueces del Tribunal Oral Criminal I de La Plata con acuerdo de las partes.
El hecho ocurrió alrededor de las 2 de la madrugada en la esquina de 132 y 520, cuando, según la teoría del caso de la defensa, cuatro ladrones en dos motos quisieron robarle al subteniente Yuguet, que regresaba a su casa en bicicleta y vestido de civil.
Las motos circulaban en sentido contrario a Yuguet. Cuando lo vieron, cambiaron de carril, lo encerraron y amenazaron de muerte para asaltarlo. Esa secuencia, según la defensa, quedó registrada en una cámara de seguridad.
De uno de los rodados descendió un joven que, se estima, amenazó al policía con un cuchillo o un arma de fuego, mientras sus secuaces lo arengaban: «Quemalo, matalo». En un descuido, el oficial extrajo su pistola reglamentaria y la accionó: uno de los delincuentes cayó muerto y, minutos después, otro ingresó herido al hospital Alejandro Korn de Melchor Romero con una lesión en el omóplato.
El herido se llama Raúl Alejandro Villalba, quien fue detenido y condenado por este hecho. El testigo declaró en el juicio y dio una versión muy alejada de la que sostiene la defensa.
Villalba dijo que esa madrugada volvía en moto con su amigo Toty de un boliche. En ese escenario sobrepasan al acusado y segundos después Mogica y él fueron baleados. Llegó a la casa de su madre, quien lo socorrió y llevó al hospital donde le curaron la herida de arma de fuego en el hombro. Minutos después arribó personal policial y lo aprehendió. No le secuestraron la moto, ni el celular. Tampoco le allanaron su vivienda.
La defensa sostiene que los agresores del policía estaban armados. Sobre este punto dijo el testigo: «¿Cómo íbamos a tener arma si nos revisan antes de entrar a la matiné?».
Por este hecho, sumado a una causa anterior de violencia familiar, pasó ocho años y seis meses tras las rejas. Siete de esos años fueron en prisión preventiva, sin condena.
También declararon tres policías retirados, que al momento del hecho participaron de la investigación y eran compañeros de fuerza del acusado. Alegaron falta de memoria por el paso del tiempo. Esta situación no pasó desapercibida por la acusación, que tomó nota, y analiza las acciones a tomar.
La instrucción del caso estuvo a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio (UFIJ) 2 de La Plata, en su momento a cargo de Tomás Morán (luego destituido por resonantes presuntos hechos de corrupción). Fue desplazado de la fiscalía por mal desempeño.
En su momento, la fiscal Betina Lacki procesó al policía por homicidio en exceso de legítima defensa, pero el Juzgado de Garantías 4 La Plata resolvió sobreseer a Yuguet por tratarse de una legítima defensa. Esa resolución no fue notificada a la familia del joven muerto pese a que había sido aceptada como particular damnificado en el proceso.
La fiscal Lacki apeló el sobreseimiento, pero el Fiscal General de La Plata, Héctor Vogliolo, determinó que hubo legítima defensa por parte de Yuguet, por lo tanto, renunció a sostener la acusación.
La familia Mogica considera que se trató de un caso de «gatillo fácil». «A Toty le gatillaron por la espalda, consta que fue así», explicó el letrado Ignacio Fernández Camillo en diálogo con 0221.com.ar. La acusación está en manos del letrado junto a sus colegas Solange Barnetche, Adrián Rodríguez Antinao y Andrés Noetzly.
La resolución del expediente en esta instancia es responsabilidad del Tribunal Oral Criminal (TOC) I de La Plata integrado por Hernán Decastelli, Cecilia Sanucci y Ramiro Fernández Lorenzo.
Son muy pocos los antecedentes de condenas a policías por matar con su arma reglamentaria en circunstancias en las que no era necesario acudir a un resultado letal. Pero este año ya se dictó una prisión perpetua.
El 30 de agosto último, el TOC V de La Plata, por unanimidad, condenó al policía Rodrigo Nicolás Laurent por «homicidio calificado por ser cometido por un miembro de una fuerza de seguridad con abuso de su función o cargo agravado por el uso de arma de fuego». Confundió a su excuñado con un ladrón y lo mató por la espalda. Los jueces ordenaron la detención del uniformado, pero bajo la modalidad de arresto domiciliario. La familia de la víctima fue representada por el letrado Fernández Camillo.
El 21 de octubre de 2019, el TOC I de La Plata, condenó a 10 años y 8 meses de cárcel al policía Mauricio Sergio Aguilera por el crimen de Soledad Bowers. La defensa estuvo a cargo del letrado Beley quien logró que le mantuvieran el arresto domiciliario al uniformado condenado en primera instancia. Al cumplir ocho años de condena, fue excarcelado.
Otro caso fue la condena a ex policías de la comisaría de Los Hornos por el asesinato del adolescente Darián Barzábal arriba de un patrullero. Un hecho que quedó en el olvido y la impunidad fue el crimen de Maximiliano Albanese, ejecutado en pleno centro de La Plata por un policía que se fugó a Brasil.